Alimentos que no debes refrigerar

Existen algunos alimentos que no debes refrigerar, Sin duda uno de los mejores lugares donde podemos conservar nuestros alimentos es la nevera ya que el frío disminuye significativamente el crecimiento de los microorganismos, pero hay que tener en cuenta que no todos los alimentos los podemos refrigerar, ya que algunos de ellos pueden sufrir variaciones en su textura, vida útil y algunas de sus propiedades, por lo que son alimentos que no debes refrigerar.

A Continuación te mostrare algunos alimentos que consumimos cotidianamente y que no te recomiendo conservar en la nevera.

Los tomates

Al introducir este delicado alimento a refrigerador se disminuirá significativamente sus niveles de azúcares y ácidos, por lo que su sabor se verá afectado, adicionalmente su textura también se verá afectada, por lo que te recomiendo mejor conservarlos a temperatura ambiente y preferiblemente en un lugar seco.

Las Papas

Las papas y otros tubérculos tienen gran contenido de almidón, el cual al someterlo a bajas temperatura tiende a convertirse en azúcares, esto hace que su textura se convierta en harinosa y su sabor cambia totalmente, por lo que te recomiendo conservarlas en un lugar fresco y ventilado a unos 8 grados centígrados, si lo deseas también puedes introducirlas en bolsas plásticas o de papel agujereadas que permitan la ventilación, esto ayudará a mantenerlas entre unas 3 o 4 semanas en perfectas condiciones.

Las cebollas y ajos

La humedad de la nevera es un factor altamente dañino para algunos alimentos, por eso estos dos alimentos no los introduzcas al refrigerador, ya que se ablandaran, su textura cambia y la posibilidad de aparición de moho aumentará, es preferiblemente conservarlos a temperatura ambiente sin quitar su capa superior que ayuda a que sea más durable, otra recomendación que te doy es colocar este tipo de alimentos en bolsas de tela o envolverlos en toallas absorbentes y con posibilidad de ventilación, esto disminuirá la humedad del ambiente y elevará su vida útil.

El Aguacate y frutas tropicales

Un error frecuente que cometemos es introducir el aguacate a la nevera, ya sea porque no lo consumimos totalmente o porque pensamos que se puede conservar mejor en refrigeración, pero lo que sucede al introducirlo al refrigerador es que pierde enzimas necesarias para su maduración por lo que hace que se ponga duro, otras enzimas por su parte comienzan a generar graves daños celulares, apareciendo manchas oscuras y pedidas de sabor, esto no solo sucede con el aguacate sino también con frutas tropicales como la papaya, la piña, el banano, entre otras, por lo que te recomiendo mantener estos alimentos a temperaturas superiores a los 8 grados centígrados en lugares frescos y oscuros, y en el momento del consumo preferiblemente no dejar porciones para evitar daños en la misma.

Los Panes

La forma más rápida para echar a perder el pan es en la nevera, pues se envejece y endurece, además la aparición de moho se acelera. Este nutritivo alimento es mejor conservarlo en un lugar fresco y seco preferiblemente en una bolsa de papel o de tela que le ayudará a tener las condiciones naturales del producto.

El chocolate

Seguramente si has introducido una chocolatina a la nevera y te habrás dado cuenta que su superficie se torna blancuzca y al probarlo su sabor a cambiado un poco, esto no significa que se haya dañado pero si han cambiado sus características, el chocolate es un alimento muy delicado en especial con la temperatura y los olores, y por esta última razón tampoco es recomendable introducirlo en la nevera o colocarlo en lugares donde haya olores fuertes que puedan impregnar, por lo que es mejor conservarlos entre 15 a 18 grados centígrados libre de olores, y consumirlos en el menor tiempo posible después de su adquisición.

Aunque existen muchos otros alimentos que no debemos introducir al refrigerador, estos son algunos con los que cometemos más errores frecuentemente y por supuesto en los que podemos observar cambios más significativos, por eso la invitación es que revisemos muy bien las características de los productos y los métodos de conservación de cada uno de ellos, esto nos ayudará a mantener nuestros alimentos saludables y con las características adecuadas para su consumo.

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